El Presidente de la República advirtió que la política de Derechos Humanos no será un esfuerzo aislado ni pasajero, sino una apuesta de Estado.
“Hoy también les digo que la Política de Derechos Humanos no será un esfuerzo aislado ni pasajero. ¡Esta es una apuesta de Estado!”, subrayó el Jefe de Estado al recibir el documento “De la violencia a la sociedad de los derechos” en un acto realizado en la Plaza de Armas de la Casa de Nariño.
El informe es el resultado de un proceso que comenzó hace más de tres años con la Declaración Conjunta de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, “es un verdadero tesoro porque ha sido tejido por los colombianos para los colombianos”.
En ese entonces, entidades del Estado, la sociedad civil y la comunidad internacional le apostaron a impulsar un proceso participativo para empezar a construir la política pública nacional de Derechos Humanos, que hoy cobra vida e ese documento.
“La labor detrás de estas páginas es de una magnitud que no alcanzamos a dimensionar. Ojalá pudiéramos medir la cantidad de energía, ideas, trabajo y coordinación que se invirtieron en crear esta obra”, señaló.
El Mandatario precisó que en la elaboración del trabajo divulgado hoy participaron más de 17.000 líderes, en representación de más de 8.500 organizaciones de toda la sociedad civil.
También se sumaron a este esfuerzo más de 2 mil funcionarios públicos del nivel nacional, departamental y municipal, pertenecientes a los órganos de control, la Fiscalía, la rama judicial y de las Fuerzas Militares y de Policía.
“Lo que nos permite decir —con orgullo— que este es un proceso legítimo, construido por representantes de la diversidad colombiana”, dijo el Presidente al agradecer a los colaboradores del plan.
“Hoy les agradezco como Presidente —pero sobre todo como colombiano— porque nos están entregando un regalo maravilloso. Hoy nos dan —a los 47 millones de colombianos— la oportunidad y el privilegio de poder construir, a partir de este documento, una Política Pública de Derechos Humanos entre todos, por todos y para todos”, sostuvo.
Por los derechos humanos
Agregó que este paso “es la piedra angular de una Política que nos va a pertenecer, de verdad, a todos y que demuestra nuestro compromiso —desde la sociedad civil, el Estado y la comunidad internacional— con la protección y respeto de los derechos humanos en Colombia”.
El Presidente de la República hizo un recuento de la tarea realizada para garantiza los derechos humanos, empezando por buscar el fin de la violencia.
“Nuestro sueño es el de construir —entre todos— una Nueva Colombia donde podamos vivir en unión y en paz. Un país donde podamos quitarnos de encima las cadenas —como la pobreza, el desempleo, la desigualdad y la violencia— que hemos estado cargando durante más de cincuenta años”, manifestó.
Indicó que con ese anhelo en mente se han puesto en marcha cambios ambiciosos que mejoren las condiciones de vida de los colombianos.
Citó como una de esas decisiones la de hacer memoria y justicia para sanar las heridas de las víctimas.
“Decidimos ponerle la cara a esos millones de colombianos que habían sido ignorados y dejados de lado por décadas. Por eso empezamos a reparar a nuestras víctimas y a restituir las tierras a los campesinos, quienes han pagado la factura más cara de estos cincuenta años de guerra”, expresó.
Por los derechos de las mujeres
Así mismo, se refirió a la protección y garantía de los derechos de las mujeres.
“Las mujeres de Colombia nos inspiran todos los días y empujan nuestro país con amor, valentía y entrega, pero tenemos que reconocer que sus derechos son vulnerados de muchas formas”, agregó y destacó que para ello se diseñó la Política de Equidad de Género para las Mujeres y el Plan Integral para garantizarles una Vida Libre de Violencia.
Otro logro que mencionó fue la Política Integral de Derechos Humanos para las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, admitió que todos estos esfuerzos serían incompletos si los colombianos no tienen suficientes oportunidades para vivir con tranquilidad, calidad de vida y dignidad.
Y por ello resaltó la política social, que calificó como “un proyecto ambicioso y de largo aliento, pero no podía seguir siendo pospuesto ni aplazado”.
Dentro de esa política puso como ejemplo la educación gratuita a todos los niños y jóvenes de los colegios públicos, la entrega de viviendas a familias sin techo y los planes para llevar internet y computadores a los sectores populares.