La estrategia de lucha contra el narcotráfico basada en inteligencia, cooperación internacional y protección de la vida mostró uno de sus resultados más contundentes. El presidente Gustavo Petro confirmó la incautación de casi 8 toneladas de cocaína cerca de Europa y la captura con vida de 38 personas en un operativo coordinado entre la Armada de Colombia y autoridades europeas.
El cargamento ilegal fue interceptado en puertos europeos y en una embarcación rápida que pretendía ingresar al continente. Se trató de una operación sofisticada de seguimiento e inteligencia naval que, según el mandatario, reafirma la eficacia del nuevo enfoque colombiano contra el crimen organizado.
“Demostramos la eficacia de nuestra política anti narcotraficante aliada con las policías de España, Suecia, Alemania y Portugal”, señaló el presidente Petro, destacando que el operativo se realizó sin un solo muerto, en contraste con los modelos tradicionales de confrontación armada que han predominado durante décadas.
Las autoridades aún trabajan en la plena identificación de los capturados, cuyas nacionalidades no han sido confirmadas. El éxito de la misión fue certificado por organismos internacionales y unidades tácticas de varios países europeos, sumando también esfuerzos de inteligencia naval y agencias especializadas en crimen transnacional.
Este resultado no solo representa un golpe económico severo a las redes del narcotráfico, sino que envía un mensaje importante sobre el cambio de paradigma en la lucha contra las drogas. Mientras en el pasado la estrategia se centraba en el enfrentamiento militar directo y la erradicación forzosa, el actual enfoque del Gobierno enfatiza la cooperación global, la inteligencia estratégica y la protección de la vida humana.
En su declaración, el presidente también aseguró que estos hechos “desmienten la voz del gobierno de los Estados Unidos”, haciendo referencia a críticas recientes sobre la capacidad del país para contener el tráfico de drogas hacia los mercados internacionales. Con esta operación, Colombia busca demostrar que es posible una política antidrogas efectiva sin caer en la violencia o vulnerar los derechos humanos.
El operativo, además de representar una victoria judicial y de seguridad internacional, reafirma el compromiso de Colombia con una lucha contra el narcotráfico moderna, articulada y centrada en resultados reales. El país avanza en demostrar que se puede combatir el crimen sin guerra y consolidar, paso a paso, un modelo más humano y eficaz para enfrentar uno de los desafíos más complejos del mundo contemporáneo.
