Con el nuevo decreto los jóvenes de 18 a 25 años ya no tendrán que certificar estudios para ser beneficiarios en salud de sus padres. Serán un millón y medio de jóvenes beneficiados, sin restricciones para el acceso a salud.
Todo joven entre los 18 y los 25 años de edad que no esté empleado o cotizando como independiente, y cuyos padres coticen al régimen contributivo, estará afiliado al sistema de salud como beneficiario.
Beneficios en salud para más de un millón y medio de jóvenes
Son un millón 200 mil estudiantes y cerca de 300 mil dependientes económicos de sus padres, beneficiados con esta nueva norma, quienes podrán adelantar otro tipo de estudios, ayudar a sus familias o emprender iniciativas de negocio que les permitan tener los ingresos para cotizar más adelante, sin tener la preocupación de estar desprotegidos cuando sufran alguna enfermedad.
“Estamos garantizando el derecho a la salud. Esta es la primera de varias medidas que se tomarán en los próximos meses para seguir corrigiendo las inequidades en el sistema de salud, en desarrollo de la Ley Estatutaria recientemente avalada por la Corte Constitucional”, señaló el Presidente Juan Manuel Santos
Durante la transición de doce meses, las Entidades Promotoras de Salud (EPS) no podrán negar la prestación de los servicios de salud a los hijos de los afiliados del Régimen Contributivo que tengan entre 18 y 25 años y que no tengan obligación de cotizar al sistema. La declaración de los padres será suficiente para acreditar la condición de beneficiario y será válida hasta tanto el cotizante manifieste por escrito ante la respectiva Entidad Promotora de Salud que el beneficiario ya no ostenta dichas calidades.