Se acercan las vacaciones de Semana Santa y con ellas el consumo irresponsable de los mariscos. Por esto, el Ministerio de Salud quiere hacerte varias recomendaciones frente al consumo de pescados y mariscos para evitar que se presenten enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
Primero, lo más importante. Las medidas básicas de salud pública para determinar la calidad y frescura del pescado y los maricos parten por adquirirlos en lugares que mantengan las medidas sanitarias establecidas para su conservación.
Toma nota:
- Los pescados, mariscos, carnes y demás alimentos deben mantenerse a temperaturas seguras de refrigeración
- Cocinarlos por completo, especialmente la carne, el pollo y los pescados.
- Deben consumirse bien cocidos, lo más frescos posibles y de reciente preparación, evitando descongelar y congelar nuevamente o cocinar grandes cantidades de alimentos si no los va a consumir en un tiempo corto.
- En cuanto a los crustáceos menores como camarones y langostinos, no deben presentar manchas negras, olor desagradable o desprendimiento entre cabeza y tronco.
- Los calamares deben tener la piel lisa, suave y húmeda, sin manchas sanguinolentas o extrañas.
- Los mejillones, u otros moluscos bivalvos, deben tener las valvas cerradas y una vez cocidos, abrirse. Si están abiertas, hay que comprobar que se cierran con un ligero golpe.
- Se recomienda que las pencas de bacalao salado tengan un aspecto seco y sin puntos rojos o negros en su superficie, ya que ello indicaría que tienen hongos.
- Algunos signos de alarma por intoxicación con alimentos son: fiebre elevada, sangre en las deposiciones, vómitos prolongados, deshidratación, disminución en la orina, sensación de mareo y enfermedad diarreica por más de tres días. Consulta a tu médico.