La propuesta la hizo Luis Felipe Henao, Ministro de Vivienda en la clausura del Congreso Colombiano de la Construcción, organizado por Camacol en Cartagena. ¿Qué opinas de esta propuesta? ¿Estás de acuerdo con la iniciativa compartida por el jefe de cartera? Déjanos tu opinión, al final de este escrito como comentario.
La propuesta concreta del Ministro es modificar la ley 546 de 1999 y reducir la cuota inicial en créditos hipotecarios al 10%, con el objetivo de permitir que la vivienda sea el ahorro de los hogares colombianos.
“(Con esto) el mercado potencial urbano de vivienda pasaría de 2,6 a 3 millones de familias y nos permitirá bajar el ingreso requerido para lograr el cierre financiero llegando a hogares con ingresos de hasta 0,88 salarios mínimos legales vigentes, quienes al sumar los subsidios familiares de vivienda SFV, los recursos del FRECH (subsidio a la tasa) y el crédito hipotecario, podrán adquirir una vivienda de interés prioritario, VIP, pagando cuotas de crédito incluso inferiores al canon de arrendamiento que venían pagando”, explicó en su intervención Luis Felipe Henao, Ministro de Vivienda.
¿Qué dice la ley?
La Ley 546 de 1999 hace referencia a las normas en materia de vivienda para su financiación, se crean instrumentos de ahorro destinados a dicha financiación, se dictan medidas relacionadas con los impuestos y otros costos vinculados a la construcción y negociación de viviendas.
¿Cuál es el proceso?
El jefe de cartera explicó que “ya tenemos la madurez necesaria para revisar la ley, en la actualidad una aproximación al mercado potencial urbano de vivienda está dado por las familias que viven en arriendo, es decir, 3,6 millones de hogares; no obstante con el requerimiento de ahorro del 30%, únicamente hogares con ingresos superiores a 1,6 salarios mínimos (Unos 900 mil pesos mensuales) podrán efectivamente acceder a un crédito hipotecario, reduciendo la cifra a 2,1 millones de hogares”, recalcó el Ministro.
¿Cuál es el beneficio concreto?
Cálculos hechos por el Ministerio de Vivienda revelan que con esta iniciativa una familia no tendría que ahorrar 10 años para comprar una vivienda, sino como máximo 2 ó 3 años y que ese ahorro le sirva de cuota inicial para adquirir una casa. Se reducen los tiempos y se amplía el mercado para la adquisición de vivienda propia.
Esto aumentaría la demanda de vivienda, por tanto subiría la oferta lo que representa generación de empleo y un impulso a la productividad para la construcción de vivienda.